
Empecemos por diferenciar entre “necesidad” y “deseo”, ya que estas palabras vienen dentro del concepto de la Gestalt. La “necesidad” es aquella cosa con la que es posible tener una estabilidad de vida buena, es decir, que es necesaria para la supervivencia. En comparación con el “deseo”, simplemente es algo que queremos para hacernos sentir mejor, pero que no sucede nada grave si no cumplimos con ello. En otras palabras, el deseo no es indispensable, la necesidad sí.
Ahora sí, ¿qué es la Gestalt? Bueno, le llamamos Gestalt a aquella necesidad del organismo que se satisface, o bien, se completa, y como resultado nos causa tranquilidad, esto ocurre cuando tenemos hambre o sed. Al realizar esa acción, completamos esa necesidad, la eliminamos. Tomemos en cuenta que siempre existe una necesidad tras otra: se completa una, llega la siguiente.
Ahora bien, el propósito de la terapia Gestalt es recuperar aquellas pérdidas de nuestra personalidad que hemos dejado a un lado por miedo a ser rechazados. Nos menciona sobre la experimentación propia, la relación que tiene el ser humano con el medio ambiente en cuestión a lo biológico y lo social, y trata con el problema o necesidad que está en primer plano. Cuando el paciente es capaz de identificar por sí solo y trabajar en tal problema, se va finalizando parte del trabajo del psicólogo, ya que de eso se trata en gran parte la Gestalt, trabajar con “el aquí y el ahora”, según nos comenta Fritz Perls.