
El concepto cultural de forma general en la sociedad. Entendido como aquel personaje que es admirado por algunos, por ostentar acumulación de dinero que proviene de envenenar a personas con educación y sin esta; pero también al que cree comprar a todos con ese dinero, sin tomar en cuenta la existencia de familias con principios, valores y de buenas costumbres.
Verbi gratia. Mariano Reséndez[1], contrabandistas de textiles, considerado un bandido generoso, facilitando apoyo social a comunidades en México, en contra del gobierno local y federal, pero que además se burlaba y retaba a los norteamericanos hace un siglo; y si agregamos que después de la prohibición del alcohol en la potencia del Norte de México, sería un factor para incorporar al público la venta de drogas sintéticas como la morfina y cocaína.
Sin olvidar que las personas que importan y exportan drogas, son quienes tienen bastantes bienes materiales, entre ellos: joyas, casas, carros… pero también tienen bastante dinero, por la forma extravagante que viven, sin omitir que son, en la mayoría de los casos, personas violentas, agresivas y prepotentes; influencia para jóvenes en todo el territorio nacional, aunque hoy en día la violencia e inseguridad son problemas con dominio de los cárteles de las drogas que encuentran mercado de consumo excesivo en E.E.U.U. , implicando disputas del control de las rutas.
Enfoque y fenómeno del rezago educativo, asociado a la falta de oportunidades laborales y bajos salarios, caso particular la juventud azteca como grupo social vulnerable y de riesgo. Un ejemplo podría considerarse: En México, aproximadamente 29 millones de jóvenes-adultos que van desde los 15 a 29 años, traducidos y cercano al 25% de la población total, donde cerca del 30.8% no han logrado concluir su educación básica, y se puede aproximar a un 2.3% que son iletrados[2].
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), reveló que 40 % de los presuntos delincuentes del fuero federal son jóvenes, donde 460 mil menores favorecen al narco; reflexionando y comparando que en el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, se registró un millón y medio de niños-adolescentes entre 5 a 17 años que no estudiaban ni trabajaban, siendo presa más fácil y atraídos para ser explotados por el narcotráfico o delincuencia organizada.
Se puede confirmar, de acuerdo a la Encuesta Nacional Universitaria sobre la Violencia, las Drogas y el Delito, realizada por la Federación de Universidades e Instituciones Particulares de Educación Superior y por la Asociación Nacional de Consejos de Participación Ciudadana[3], se encontró una relación de un alto porcentaje de jóvenes-adultos que terminaron implicándose con movimientos del narcotráfico y, en consecuencia, convivir en conductas de crimen e inseguridad en los campus escolares.
Por ende, debiendo ser prioridad la obligatoriedad en los planes de estudio y la difusión de valores, civismo, historia, cultura, deporte, respeto al medio ambiente, etc., como bases y disciplina de una formación integral, sobre todo en los lugares donde los grupos delincuencias están al dia, y al acecho; sin omitir que, mientras los pequeños trabajan como vigilantes, los grandes se ocupan del traslado de droga.
Muchos integrantes del sistema político en este país de corrupción, presumen de atacar la causa criminal como esencia para disminuir el crimen organizado; sin embargo, poco se hace para que la educación sea de calidad, siendo un motivo para el control social por el Estado y del mismo narco, sin permitir que exista un producto del consumo de calidad, lo que pondría en riesgo el negocio combinado entre sistema poquitico y narcotráfico en general.
Todos tenemos una responsabilidad y un deber con la generación que viene atrás empujando, quizás una transformación social, o porque decir, un cambio al sistema político, o contrario, más aún, una desgracia más para el pueblo; sin considerar la muerte segura y prematura producto del narcotráfico de drogas, prostitución armas entre otras actividades criminales.
Es cuando muchos deben preguntarse: ¿la educación es deber ser pilar o principio para terminar con el mal interminable y rentable que afecta a todos y nada se hace al respecto? De serlo, ¿quiénes deben involucrarse directamente y hasta dónde se tiene que contemplar las consecuencias en caso de fallar?, ¿y cuál sería el plazo para obtener resultados como parte de un compromiso de salvaguardar lo más preciado? En este caso, la juventud como el futuro próximo.
Recordando que ninguna escuela de los diferentes niveles queda exenta del problema, sobre todo si los profesores no tienen la formación para ello, y si a esto le agregamos los problemas de los padres de familia que abandonan los hijos o a las mujeres, cuestiones que a veces son interminables, opinión corta del problema de la educación y el narcotráfico o las drogas en este país y sus sociedades.
[1] REYES-SOSA, Hiram; LARRANAGA-EGILEGOR, Maider y VALENCIA-GARATE, José Francisco. La representación social del narcotraficante en jóvenes sinaloenses. Región y sociedad [online]. 2017, vol.29, n.69, pp.69-88. ISSN 1870-3925. https://doi.org/10.22198/rys.2017.69.a269.
[2] Juventud y rezago educativo, esto tienen en común los nuevos reclutas del narco. Cultura Colectiva. Jueves, 23 de mayo de 2019. 10:27. Disponible en https://news.culturacolectiva.com/mexico/jovenes-con-rezago-educativo-sonmas-vulnerables-a-ser-parte-del-narco/
[3] Javier Cruz Aguirre, Javier. Educación y narcotráfico. Marzo 31, 2021. https://laverdadjuarez.com/index.php/2021/03/31/educacion-y-narcotrafico/