EL DELINCUENTE. POR MAS INTELIGENTE QUE SEA, SIEMPRE DEJA EN EL LUGAR DEL DELITO ALGO QUE DE ALGUN MODO NOS REVELA SU PRESENCA.”
EDMOND LOCARD.

La criminalística, la ciencia del pequeño detalle. Es llamada así, ya que lo más pequeño puede dar motivo a una investigación.

La criminalística es la disciplina auxiliar del derecho penal que ocupa del descubrimiento y verificación científica del delito y del delincuente. Aplica los conocimientos, métodos y técnicas de investigación de las ciencias naturales en el examen del material sensible y significativo, relacionado con un presunto hecho delictivo, con el fin de determinar su existencia, o bien reconstruirlo. No determina responsabilidades ni señala directamente penalidades, sino que realiza investigaciones y estudios científicos para conocer los hechos y presentar pruebas respecto a su ejecución, desarrollo y consumación, siendo dichas pruebas con un alto grado de confiabilidad, toda vez que concluye o establece teorías comprobables o demostrables, siempre basándose en la objetividad de lo existente.

Como toda disciplina, cumple con objetivos, los cuales son los siguientes:

Objetivo Formal: el fin de la criminalística es auxiliar, con los resultados de la aplicación científica de sus conocimientos, metodología y tecnología, a los órganos que procuran y administran justicia, con objeto de proporcionarles elementos probatorios identificadores y reconstructores para que conozcan la verdad.

Objetivo Material: buscar los indicios o las evidencias físicas que se utilizan y que se producen en la comisión de hechos o conductas presuntamente delictuosas.

Y, a su vez, esta disciplina cumple dos fines en particular:

Fin inmediato o próximo: el fin inmediato o próximo consiste en determinar la existencia de un hecho presuntamente delictuoso, reconstruirlo, precisar y señalar la intervención de uno o varios sujetos en el mismo.

El fin mediato o último: este es más importante desde el punto de vista social. Consiste en proporcionar a las autoridades competentes los datos científicos y técnicos conducentes para el ejercicio de la acción penal, auxiliando, de esta manera, en la ardua y noble misión de la administración de la justicia.

Esta disciplina tan particular trabaja y se rige para lograr sus fines y objetivos sobre siete principios fundamentales que se aplican en la comisión de los delitos, los cuales son:

1.- Principio de uso: para la comisión de un hecho siempre se utiliza algo.

Este principio se refiere al instrumento utilizado por el autor material del hecho. Muchas veces, este no es necesariamente un objeto, sino también pueden ser químicos (drogas, venenos, etc.), biológicos (virus, bacterias, etc.), físicos (radiación, electricidad, etc.) o mecánico (cuchillo, arma de fuego, vehículos, etc.).

2.-Principio de producción: la ejecución de un hecho tendrá como consecuencia la producción de indicios que deberán ser estudiados.

Para toda acción existe una reacción, de esta resultan los indicios, cuyo estudio nos ayudará a vincular el hecho con el autor y se relaciona directamente con el principio de uso al utilizar algún tipo de arma o agente vulnerante. Siempre va a producir algún daño, seña o rasgo muy peculiar.

3.-Principio de intercambio: durante la producción de un hecho, se originará un intercambio de vestigios entre la víctima, autor y lugar.

Debido a la interacción entre los agentes (víctima y autor) y el lugar, se produce una serie de fenómenos en los que se transfieren características propias de cada uno de estos y que deben ser estudiados.

4.-Principio de correspondencia: las características particulares existentes entre los vestigios encontrados en el lugar y los de comparación, deben ser símiles.

Algo que hemos olvidado es que la criminalística y las ciencias forenses son netamente comparativas, es decir, no ayudaría mucho recoger indicios en el lugar de los hechos si a posterior no contamos con elementos de comparación. Por lo tanto, debemos identificar características para luego compararlas entre sí.

5.-Principio de reconstrucción de hechos o fenómenos: del resultado del estudio de los vestigios encontrados en el lugar de los hechos, el perito puede inferir probables formas de acción.

Como se mencionó, los principios ayudan al perito a plantearse hipótesis sobre los hechos que conllevan a la recolección de ciertos vestigios en el lugar de los hechos, dichas hipótesis serán evaluadas luego del estudio de tales vestigios. Ejemplo: El perito criminalista de campo, luego del estudio de los patrones o formas de las manchas de sangre, puede determinar, por ejemplo, la altura de donde cayó la mancha, dirección, velocidad, origen y demás información que servirá para reconstruir el posible desarrollo de los hechos.

6.- Principio de probabilidad: de la acumulación de datos e información resultante, se puede aproximar a la verdad, siendo en un nulo, bajo, mediano o alto grado de probabilidad.

Este principio no sólo requiere de la identificación de las características del lugar o vestigios a estudiar y comparar, sino también de la utilización de la estadística; no obstante, no es común que los peritos se apoyen en ella, por eso se deberá tomar en cuenta la hipótesis que nos permita cumplir con los objetivos planteados. Es necesario señalar que este principio ayudará a concluir de manera categórica.

7.- Principio de certeza: según la calidad de los indicios y/o evidencias, los peritos pueden emitir determinadas apreciaciones al culminar el estudio de una muestra.

Algo que debemos tener en cuenta es que cada disciplina, ciencia y técnica que apoya a la criminalística, posee las características necesarias que ayudan al perito para que tenga la certeza de la exactitud de las conclusiones de su informe pericial. Por ejemplo, en la Dactiloscopia se requiere la acotación en cuanto a la forma, ubicación, situación y orientación de los catorce puntos característicos que son formados por crestas papilares, condición necesaria para que el perito pueda determinar si coinciden o no la huella dubitada con la indubitada.

La criminalística proporciona una serie de estudio que auxilian a los órganos de justicia y al derecho como tal, para llevar la verdad y la justicia a quien lo necesite, es deber del investigador realizar las pruebas pertinentes para llegar a la verdad científica, y es por eso que la criminalística se le conoce también como la ciencia del pequeño detalle, la ciencia de la investigación, la ciencia de la verdad de los hechos. 

Bibliografía

SOSA, J. M. (2003). CRIMINALISTICA. MEXICO, D.F.: LIMUSA,S.A DE C.V.

La criminalística: la ciencia del pequeño detalle

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