
Se llama ahorro al excedente de cualquier bien económico al final de un lapso de tiempo. Esto se puede traducir como la acción de apartar un porcentaje del ingreso mensual que obtiene una persona o empresa con el fin de guardarlo para un futuro, destinando dicho monto económico a algún imprevisto o evento que pudiera suceder.
Hay diferentes formas de ahorro, así como diversos instrumentos financieros destinados para incrementar el ahorro que se pretende lograr o tener en un futuro.
El ahorro se puede clasificar en ahorro privado y en ahorro público:
El ahorro privado es aquel que realizan las organizaciones privadas que no pertenecen al estado. El ahorro de una empresa privada autónoma equivale a su beneficio o utilidad, menos la parte o porcentaje de este ahorro que es repartida a sus propietarios o accionistas en forma de dividendos o participación para cada uno.
También se puede mencionar que el ahorro de las familias es igual al ingreso familiar menos el consumo o gasto incluyendo impuestos.
El ahorro público lo realiza el estado. El estado también recibe ingresos a través de impuestos, derechos, etc., a la vez que gasta en inversión social, en infraestructura como son carreteras, puentes, escuelas, hospitales, en seguridad, en salud, etc. Cuando el Estado ahorra, quiere decir que sus ingresos son mayores que sus gastos y se presenta un superávit; en el caso contrario, decir que cuando tiene más gastos que ingresos se produce un déficit.
También, se puede ahorrar invirtiendo en diversos activos como pueden ser bienes inmuebles, instrumentos de inversión o fondos de retiro AFORES.
Otro tipo de ahorro es el ahorro para la jubilación que consiste en que las personas inviertan de forma voluntaria una parte de sus ingresos a su cuenta, esto para su vejez.