
Hace más de un mes, a partir de la presente fecha de publicación, una persona cercana me preguntaba mi opinión de las estelas que todos los días hay en el cielo entre las 10 de la mañana y 2 de la tarde; es cuando comienzo a observar y registro en mi teléfono celular capturas de fotos y videos de las tres aeronaves que viajan a gran velocidad, dejando kilómetros de esas líneas blancas, que en menos de 6 minutos de desvanecen y forman una especie de nubes o se confunden entre ellas, haciendo una capa blanca sobre la ciudad de Morelia y sus alrededores, en Michoacán, México.
Donde lo cierto es, que pasan, se observan y provoca para plantear las siguientes preguntas: ¿Por qué todos los días pasan esos aviones? ¿Desde cuándo sucede que muchos no se percatan? ¿Quiénes ordenan o de dónde son esas aeronaves? ¿Esas estelas contendrán sustancias que dañen la salud? ¿A quiénes les interesa? Son algunas de las interrogantes que deben ser respondidas y cuestionadas por todos, debido a las posibles consecuencias a largo o mediano plazo, cuestiones que provocan miedo a las cosas que no podemos controlar y mayor temor a una enfermedad quizás desconocida, que nos puede llevar a una muerte relativamente rápida.
Significa que estamos en la era de quimiofobia, una forma de riesgos de temer en exceso a los químicos artificiales, compuestos o mixtos, producto de las personas que buscan controlar las sociedades, incluso reducirlas sin percibirlo; y que me hace recordar la Miasma, que es definido como aquella enfermedad crónica, que subyace debajo de las enfermedades comunes, así lo expresaba Samuel Hahnemann y colegas , al observar que algunas afecciones se aliviaban pero no se curaban por completo al ser recurrentes; cuya teoría miasmática describe tres tipos, y que surgen cuando ciertos padecimientos se suprimen e interiorizan, volviéndose hereditarios: la psora, la sycosis, y las que ocurren en la psique.
Suponiendo que no son químicos, sea Trilla-Química , es decir, operaciones de recolección y de trilla que puede realizarse simultáneamente, por medio de cosechadoras o recolectores de cualquier sistema adoptado, que pudiera contener mohos o incrementar la proliferación de insectos o cosas que permite, de manera indirecta, infecciones o enfermedades, donde la ingeniería química entra en acción en todo su esplendor o lucidez de mentes dotadas, en lugar de aplicar su conocimientos al bien de la humanidad, y que lo hacen al servicio de unos cuantos que tiene el poder económico para aumenta su poderío sobre todo lo que existe en la faz del planeta.
Sin descartar consideraciones de verse como quimioterapia, cáncer de estado inicial; siendo ordinario en las personas por sus patrones histológicos de respuesta, a ser determinados por sus variables clínicos de parámetros de predicción para cirugía, consecuencia de tumores, es decir, un incremento costoso para la salud, convertido en un negocio ciento por ciento rentable y permanente; implicando toxicidad financiera, por la dificultad económica relacionada con una afección médica y su tratamiento, sin olvidar tomar en cuenta los apoyos de la familia a causa del cáncer.
Es cuando debiéramos indagar dónde se pueden localizar los chemtrail, pudiendo ser en la tropósfera y debajo de la mesósfera, recordando que la atmósfera tiene sus propias capas, donde la NASA comenta: no hay tormentas ni turbulencias para mezclar el aire, por eso el aire es frío y pesado, sin omitir que, en la parte superior, el aire es caliente y ligero y la capa tiene 35 kilómetros de espesor.
Los chemtrails son las consideradas maniobras de difusión de sustancias químicas en la atmósfera, con fines quizás oscuros, como las fumigaciones a humanos o quizás conspiraciones para exterminio, entre otras cosas; expresado de otra forma, cuando los aviones vuelan a gran altura, dejan en el cielo una estela de vapor de agua que emiten como parte de su funcionamiento. Pero, como decía antes, todos los días por más de un mes, tres aviones, y que se pueda dispersar o confundir con las nubes, no es normal; lo cierto es que esas estelas son compuestos químicos porque es combustible, entonces estamos hablando de productos químicos que pueden, o supuestamente, rocían los aviones a la población.
Sin embargo, aquí dejo una comparación. Luis Mochsn Backal, del Instituto de Ciencias Físicas, comenta que esas líneas blancas no son sustancias que viajan en los aviones, sino son sustancias que ya estaban en el aire. Los aviones pasan, van dejando desechos de combustible y eso sirve como pequeños puntos donde se pegan moléculas de agua, y con temperaturas bajas del ambiente son gotas recién formadas que se congelan y forman partículas de hielo que, a su vez, forman una estela.
Agrego para ilustración de tomas fotográficas con el celular del suscrito para que los lectores reflexionen al respecto: Sería bueno que cada uno pudiera llegar a conclusiones y hacer alguna actividad que pueda contribuir a despejar dudas, llegando a afirmaciones para desmentir a los gobiernos, quienes creen que no somos capaces de discernir y oponernos a todo lo que pueda dañar, sobre todo a las personas que queremos y buscamos una mejor vida.